1985 San Sebastián: Boletín 5

Resultados de la quinta ronda

Mesa 1: Barcelona: 3,5 - Guipúzcoa: 2,5
Mesa 2: Sabadell: 4 - Valencia: 2
Mesa 3: Baleares: 3 - Inmaculada: 3
Mesa 4: Alicante: 2 - Asturias: 4
Mesa 5: Zaragoza: 3 - Madrid: 3
Mesa 6: Toledo: 2,5 - Santander: 3,5
Mesa 7: Tarrasa: 1,5 - Granada: 4,5
Mesa 8: Pamplona: 1,5 - Murcia: 4,5
Mesa 9: CECA: 2 - Sevilla: 4

Página de sucesos

El toledano De Castro , ya saben, el del reloj a la izquierda de la primera ronda, se dejó la otra noche el grifo del bidet abierto con el único y saludable fin de refrescar unas plantillas. Pero claro, el agua desplazó las susodichas y éstas atoraron el desagüe, provocando una pequeña avería: inundación leve local y, lo que es más grave, aparato de TV jorreido en la habitación de abajo, casualmente la del sufrido Director del hotel, Passa nada, hombre….

Jodó con esto de los acuerdos de tablas. Ayer los hubo a millares. Pero no es de esto de lo que queríamos hablar. Resulta que después de la risa de la víspera en la partida Aguilar (Valencia) - Sorroche (Barcelona) ayer, cuando tan sólo quedaban 2 partidas del encuentro entre Sabadell y Valencia, hubo un intento de acuerdo de doble empate; hubo algún mal entendimiento, pues Aracil aceptaba las tablas en su tablero, con peón de menos en final de torres, y se aprestó a dar la mano a Castro . Este se la tendía igualmente, pero en el preciso instante en que iban a entrar en contacto, una voz en off dijo un sonoro " NO " y pareció como si al simpático valenciano le hubiese dado un calambrazo. Retiró la mano velozmente: ¡quieto ahí!… Seguimos con la idea de que dar la mano significa algo más que una forma de saludo (?).

¡Madre mía de mi vida, vida mía de mi madre!. Qué movida la de ayer, intentando los equipos por todos los medios evitar un encuentro final con los de la moto. Encuentros que parecían de 5 - 1 y terminaban en 3 - 3, cálculos por todas las esquinas, arreglos, zurcidos, enmiendas, risas y, claro, finalmente, llanto de los baleáricos . Fue a ellos, ajenos a toda movida, a quienes les tocó la china, que ellos interpretaron en forma de pedrada en el coco.

Para muestra un botón. Antes de comenzar la ronda, el capitán madrileño Orfila repartía los habituales presentes a los de Campzar, cuando se le acercó el inquieto Callejo y le dijo: "yo reparto los regalos…". Don José María abandonó su labor y se sentó con lo "compañeiros" de Zaragoza.

Otra de Madrid. Callejo cumplió ayer, según él, ¡ 34 años !. FELICIDADES .

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